La increíble vida salvaje que no esperarías ver en Londres

Él mismo ha elegido, sin saberlo, el titular de esta entrevista, del mismo modo en el que, quizás, eligió acercarse a la misteriosa y sorprendente vida salvaje de su actual ciudad de residencia, Londres. Se llama Víctor Rivera, estudió Comunicación Audiovisual y, aunque hoy su vida gira entorno a la animación digital y a los VFX, es un apasionado de la fotografía y la practica desde hace más de diez años. Lo mejor, para todos, es que su pasión se transforma en imágenes tan inspiradoras como esta.

Fotografía tomada por Víctor Rivera, cedida en exclusiva a Dakari Diario Animal | Copyright: Víctor Rivera

Nadie alejado de Londres podía imaginar que estas imágenes han sido tomadas en una de las ciudades por antonomasia, en una de las más populares del mundo. Delante del objetivo de Víctor hallamos a impresionantes ciervos en plena berrea. Un espectáculo digno de ver en primera persona. Y de fotografiar. Entrevistamos a quien está detrás de la cámara, aguardando pacientemente para recoger un momento único de una forma sublime.

D: Uno de tus últimos trabajos fotográficos ha sido el de la berrea del ciervo en Londres. Cuéntanos, ¿por qué elegiste este momento para hacer protagonista a este animal?

VR: Básicamente porque es el periodo más atractivo para fotografiarlos, ya que es cuando más actividad tienen los ciervos macho. Se pasan gran parte del tiempo bramando y enzarzándose en luchas a asta con los otros machos para competir por las hembras en celo. Si a eso le sumas que ocurre entre septiembre y noviembre, en plena época otoñal, con unos colores, una luz y unos amaneceres y puestas de sol insuperables, tienes una bomba perfecta para cualquier amante de la naturaleza.

Fotografía de Víctor Rivera cedida en exclusiva a Dakari Diario | Copyright: Víctor Rivera

D: ¿Desde cuándo sigues a estos majestuosos animales con tu cámara fotográfica?

VR: De manera muy cercana, desde hace cuatro años. De hecho, me mudé al barrio donde vivo desde hace tiempo por estar muy cerca de Richmond Park, que es uno de los enormes parques donde se encuentran. Es una zona de Londres, el suroeste, muy verde y con mucha fauna.

D: ¿Qué podrías destacar del comportamiento del ciervo durante su berrea? ¿Hay algo concreto que te haya llamado especialmente la atención?

VR: El bramido de los machos, especialmente a ciertas horas del día, cuando hay poca luz, impone bastante. El sonido del entrechocar de las astas mientras caminas, todavía de noche, por el parque, sin ver apenas nada por la niebla, es una sensación que hay que vivir. Es una mezcla de miedo y atracción.

Fotografía tomada por Víctor Rivera, cedida en exclusiva a Dakari Diario Animal | Copyright: Víctor Rivera

Como detalle, este amante de la fotografía nos recuerda que, en época de celo, hay que poner especial atención con las distancias con los machos, puesto que son más impredecibles, tienen mucha fuerza y pueden atacar en defensa propia. Quede claro que somos nosotros quienes entramos en su territorio. Siempre se recomienda mantener una distancia de, al menos, 50 metros. ¿Alguno conocía de este rincón de la naturaleza?

D: Tú que has tenido la oportunidad de observar al ciervo de cerca en toda su plenitud, ¿qué sensaciones te ha transmitido durante tus aproximaciones?

VR: La primera vez que observé un ciervo rojo macho, con su cornamenta, tumbado al baño del sol, me hizo sentir mucha paz. Ver su silueta a contraluz, y rodeado de semejante paisaje, es realmente bello. Son animales envidiablemente elegantes y majestuosos.

D: Anteriormente nos has comentado que tu localización principal ha sido Richmond Park, ¿pero en qué otras zonas podemos ser testigos de este maravilloso espectáculo?

VR: En Londres se pueden ver principalmente en Richmond Park y Bushy Park. Londres tiene muchísimos parques muy amplios y llenos de fauna. Richmond es una reserva natural enorme, con más de 600 ciervos, y está abierta, como cualquier otro parque público de aquí, las 24 horas. Los ciervos, como el resto de la fauna, están completamente acostumbrados a convivir con los ciclistas, gente haciendo picnics, deporte, etc., aunque siempre hay que respetar su espacio y no acercarse demasiado, ya que no dejan de ser animales salvajes y puede ser peligroso.

D: ¿Has vivido alguna anécdota o experiencia curiosa en alguna de estas sesiones fotográficas que puedas relatarnos?

VR: La verdad es que nada fuera de lo esperado. Las anécdotas que podría resaltar son más sobre la irresponsabilidad de algunos turistas que, saltándose las advertencias, deciden acercarse a hacerse 'selfies' con los ciervos, provocando el cabreo de la gente local, que rápidamente les llaman la atención. Ha habido ataques muy conocidos en el pasado y sigue ocurriendo en, afortunadamente, muy contadas ocasiones, pero hay gente muy irresponsable y con muy poco respeto hacia los ciervos que no es consciente de las posibles consecuencias si un macho decidiese embestir al verse arrinconado.

Fotografía de Víctor Rivera, cedida en exclusiva a Dakari Diario Animal | Copyright: Víctor Rivera

D: Una pregunta técnica dedicada a quienes aman -y amamos- la fotografía. ¿Qué cámara sueles utilizar para fotografiar a estos y otros animales salvajes? ¿Qué objetivo/s?

VR: Utilizo una Nikon 7100, y para este tipo de fotografías es necesario un teleobjetivo, ya que hay que mantener una distancia de al menos 50 metros. En mi caso, un Tamron 70-200.

D: ¿Tienes algún truco para capturar estas imágenes? Fotografiar animales salvajes como el ciervo en plena berra con tal calidad no es tarea sencilla.

VR: Pues principalmente conocer el terreno en el que te mueves y las condiciones climatológicas necesarias para que se den estos amaneceres. Yo tengo tres claves principales: que no haya viento, que el ambiente tenga mucha humedad, y que el cielo esté despejado al amanecer.  Además, hay que saber dónde se van a concentrar los ciervos para no perder el tiempo, tan preciado en un amanecer, deambulando hasta encontrarles. Tener el equipo preparado en todo momento y disparar con velocidades de obturación bien altas para evitar fotos borrosas. En este caso, al ser al amanecer, el ISO hay que irlo adaptando bastante ya que la luz cambia muchísimo en un período de tiempo muy corto. Suele haber sólo hora y media de condiciones perfectas, puesto que la niebla se evapora rápido cuando empieza a calentar el sol y los colores mágicos que te da la salida del sol desaparecen en cuanto empieza a coger un poco de altura. En este momento, aprovecho para meterme a las partes boscosas del parque, donde todavía sí se puede seguir aprovechando algo más el tiempo, ya que la neblina tarda algo más en difuminarse y los rayos del sol se cuelan entre los árboles y la maleza, creando un efecto de bosque encantado.

Fotografía de Víctor Rivera, cedida en exclusiva a Dakari Diario | Copyright: Víctor Rivera

D: Pero no es oro todo lo que reluce, ¿verdad? Imaginamos que este tipo de fotografía también conlleva un especial esfuerzo.

VR: Lo peor son los madrugones y la frustración que surge a veces cuando no consigues lo que querías, a pesar de la paliza. Lo principal para lograr el resultado es mantener la paciencia.

D: ¿Repetirás la experiencia? ¿La recomendarías?

VR: Por supuesto, yo lo hago todos los años. Ver esos amaneceres únicos rodeado de semejante fauna es impagable. Recomendado 100%.

Kenia es uno de los próximos destinos de Víctor Rivera, que seguro nos sorprenderá con imágenes tan inspiradoras como las que hoy ha compartido con Dakari Diario Animal. Respeto, pasión y profesionalidad emanan de sus palabras y, sobre todo, de sus fotografías. Esperamos tener la fortuna de ser testigos, en primera fila, de muchas instantáneas más.

Fotografía de Víctor Rivera, cedida en exclusiva a Dakari Diario Animal | Copyright: Víctor Rivera