Todos amamos a los perros, pero a veces (solo a veces) ellos parecen no amarnos tanto de vuelta. La agresividad en perros es uno de los desafíos de conducta más difíciles de abordar, tanto para quienes conviven con ellos como para profesionales en comportamiento animal. Sabemos que el CBD ha ganado popularidad por sus posibles efectos relajantes y analgésicos, pero ¿es también una herramienta eficaz para tratar comportamientos agresivos en perros? En este artículo te contamos lo que dicen los estudios más recientes y qué factores podrías tener en cuenta si estás evaluando esta opción para tu compañero de cuatro patas, así como explorar algunas maneras sorpresivas en que el CBD podría ayudar a calmar a perros agresivos.
Para entender los posibles efectos del CBD, primero hay que conocer un sistema del cuerpo que, aunque suene complejo, tiene mucho que ver con el equilibrio: el sistema endocannabinoide. Este sistema está presente tanto en humanos como en animales, y se encarga de mantener el equilibrio interno. Regula funciones como el sueño, el apetito, la respuesta al dolor y las emociones.
Este sistema funciona a través de unos receptores, principalmente dos: CB1 y CB2. El primero se encuentra sobre todo en el cerebro y está relacionado con las emociones, la memoria y la percepción del dolor. El segundo está más presente en el sistema inmunológico.
El receptor CB1 y las emociones: ansiedad, miedo y reactividad
El receptor CB1 merece una mención especial cuando hablamos de conducta, porque está implicado en la regulación de emociones como el miedo, la ansiedad o la frustración. Es decir, muchas de esas respuestas que pueden convertirse en agresividad en el caso de los perros.
El estudio de Corsetti et al. (2021) destaca que el CBD podría ayudar a reducir este tipo de respuestas exageradas al regular la actividad del receptor CB1. Esto podría traducirse, por ejemplo, en que un perro que antes respondía con gruñidos o mordidas ante una situación estresante, empiece a reaccionar de manera más calmada.
Factores que causan la agresividad en los perros
Muchos perros agresivos no lo son por naturaleza, sino como respuesta a situaciones de estrés crónico. Este puede deberse al encierro, al miedo, a la falta de socialización o a experiencias traumáticas. Marliani et al. (2024) explican que niveles elevados de cortisol (la hormona del estrés) están asociados con comportamientos como la agresividad, la hiperactividad o la desconfianza.
Aquí es donde entra en juego el sistema endocannabinoide: si está alterado, el perro puede tener más dificultades para gestionar esas emociones intensas. Y si el CBD ayuda a restaurar ese equilibrio, podría tener un efecto positivo en la conducta.
El dolor crónico: un detonante oculto de la agresividad
Una causa muchas veces subestimada de la agresividad es el dolor físico. Un perro que sufre dolor crónico, por ejemplo, por artrosis o por una lesión, puede volverse más reactivo, menos tolerante al contacto y mostrar conductas defensivas. Según Marliani et al. (2024), se han documentado casos en los que perros que nunca habían sido agresivos comenzaron a mostrar estas conductas tras desarrollar patologías dolorosas. Esta situación coincide con los hallazgos de Camps et al. (2012), citados en el mismo estudio.
Estudios sobre el CBD y la agresividad en perros
El estudio de Corsetti et al. (2021) aporta evidencia concreta: en un grupo de perros de refugio que recibieron aceite rico en CBD durante 45 días (1 mg/kg al día), se observó una reducción significativa de conductas agresivas hacia humanos. Los investigadores notaron que estos perros reaccionaban con menos reactividad ante situaciones desafiantes, como cuando se les pedía abandonar una zona o al interactuar con personas.
Por su parte, Marliani et al. (2024) no encontraron diferencias estadísticamente significativas a nivel grupal. Sin embargo, identificaron casos individuales en los que el comportamiento mejoró: algunos perros mostraron menos agresividad, menos estereotipias (movimientos repetitivos sin función aparente) y más curiosidad hacia su entorno. Esto sugiere que el CBD podría funcionar en algunos perros mejor que en otros, dependiendo de sus necesidades y antecedentes.
El CBD como modulador del dolor y la conducta
Muchos investigadores han resaltado el potencial antiinflamatorio y analgésico del CBD, y ya han sido estudiados en animales también. En el mismo estudio de Marliani et al., los perros que más respondieron positivamente al tratamiento eran aquellos con dolor crónico. En ellos se observó una disminución de la agresividad, un mayor interés por el entorno y una mejora general en la interacción social.
Esto nos lleva a pensar que, en ciertos casos, el CBD no actúa directamente sobre la conducta, sino que aliviando el dolor también mejora la disposición emocional del perro. Es decir, si el origen del malestar desaparece, también pueden desaparecer algunas conductas defensivas o agresivas.
Respuestas individuales: cada perro es único, también en cómo reacciona al CBD
El estudio de Corsetti et al. (2021) mostró resultados muy alentadores: los perros que recibieron CBD presentaron una disminución clara de su agresividad hacia humanos. Estos animales también demostraron una mayor capacidad para manejar situaciones que antes les generaban estrés o incomodidad. En el caso de Marliani et al., si bien no se detectaron cambios significativos en el conjunto de perros evaluados, sí se documentaron mejoras individuales en algunos animales. Esto no significa que el CBD no funcione, sino que su efecto puede variar enormemente entre un perro y otro. Al igual que ocurre con las personas, cada organismo tiene su propio equilibrio, su historial de experiencias, su estado de salud y su sensibilidad particular.
La importancia de observar con paciencia y acompañamiento profesional
Por eso, si estás considerando incorporar CBD para apoyar la conducta de tu perro, es clave mantener una actitud atenta, paciente y abierta a observar cambios progresivos. Algunos perros podrían necesitar más tiempo, ajustes en la cantidad administrada, o incluso la combinación con otros enfoques terapéuticos. En este camino, el acompañamiento de un veterinario con experiencia en cannabinoides puede marcar una gran diferencia. Este profesional podrá ayudarte a interpretar señales, valorar la evolución del comportamiento y sugerir ajustes si fuera necesario, siempre pensando en el bienestar integral del animal.
En conclusión, los estudios revisados nos dejan una conclusión clara: el CBD podría ser una herramienta valiosa para ayudar a reducir la agresividad en algunos perros, especialmente cuando hay factores como el dolor crónico, la ansiedad o el estrés prolongado, pero el caso de cada perro puede ser muy distinto, igual que en los humanos.
Si estás interesado en probar el CBD con tu perro, nuestro consejo es empezar siempre con el acompañamiento de un veterinario que tenga experiencia en cannabinoides. Esta guía profesional no solo te ayudará a observar los cambios de forma segura, sino que también podrá orientarte si fuera necesario ajustar la cantidad o explorar otras estrategias complementarias.
Además, es muy importante que utilices exclusivamente productos certificados y formulados específicamente para animales. Opciones como los aceites CBD para mascotas de Gorilla Grillz garantizan una fabricación adaptada a las necesidades de los perros, con controles de calidad que te ofrecen mayor confianza en lo que estás administrando y extractos que reducen al máximo las cantidades de THC. Cuando eliges un producto certificado y especializado no solo le apuestas al bienestar de tu perro, sino que también te brindas a ti mismo la tranquilidad de estar actuando con responsabilidad.
Referencias
Corsetti, S., Borruso, S., Malandrucco, L., Spallucci, V., Maragliano, L., Perino, R., D'Agostino, P., & Natoli, E. (2021). Cannabis sativa L. may reduce aggressive behaviour towards humans in shelter dogs. Scientific reports, 11(1), 2773. https://doi.org/10.1038/s41598-021-82439-2
Marliani, G., Vaccari, L., Cavallini, D., Montesano, C. S., Buonaiuto, G., & Accorsi, P. A. (2024). Assessing the effectiveness of cannabidiol additive supplementation on canine behavior and cortisol levels. Heliyon, 10 (10), e31345. https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2024.e31345
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