El violeta que tiñe la Alcarria

No hay atardecer más embriagador que el que acompaña a estos campos de lavanda. Hasta hace unos años, decenas de miles de personas buscaban en la Provenza francesa contemplar de cerca el espectáculo que supone su floración. Ahora, Brihuega, en la provincia de Guadalajara, se configura como un nuevo destino de excepción en el que poder ser testigos de este paisaje único.

Campos de lavanda de Brihuega | BEATRIZ TABARÉS

Casi 1.000 hectáreas de plantación de lavanda rodean este bonito pueblo de tan solo 3.000 habitantes que en el mes de julio cuelga el cartel de completo gracias a este atractivo turístico natural que empezó a fraguarse hace ya tres décadas.

Después de la Guerra Civil, quienes habitaban este pequeño pueblo comenzaron a emigrar. Fue entonces cuando Álvaro Mayoral viajó a Francia, donde se dejó enamorar por los campos de lavanda. Todo encajaba. Su querida Brihuega era la zona perfecta para vestir con un manto de esta flor malva. Los comienzos no fueron fáciles, pero unos años más tarde, las primeras plantas comenzaron a arraigar. El fruto de un sueño cumplido.

Campos de lavanda de Brihuega | BEATRIZ TABARÉS

Tanto él como sus hermanos y el famoso perfumista Emilio Valero, nariz de Loewe, apostaron por traer la Provenza a España, y a día de hoy podemos decir que lograron su objetivo. Su planta destiladora de la esencia de lavanda genera nada menos que el 10% de la producción mundial.

Todo un éxito, y no solo para sus bolsillos, sino para los sentidos de quienes por allí nos dejamos caer para respirar esta fragancia a la que siempre acompaña un peculiar hilo musical: el del zumbido de las abejas que se ponen las botas con un festín sin igual.

Atardece en los campos de lavanda de Brihuega | BEATRIZ TABARÉS

El mes de julio trae consigo un intenso color violeta a la provincia de Guadalajara, así como la visita de miles de turistas, dada la cercanía de la populosa Madrid a este paraje. Desde la capital de España podemos llegar a este rincón alcarreño en aproximadamente una hora en carretera.

La excursión ideal para el fin de semana, con opción a visitas guiadas por la tarde e incluso de contemplar los campos de lavanda a vista de pájaro en un romántico vuelo en globo.

Lavanda de Brihuega | BEATRIZ TABARÉS

Desde hace varios años, el Festival de la Lavanda ha traído a artistas de renombre a Brihuega, como Luz Casal o Ketama, convirtiéndose en un escenario único para un concierto de verano. Este año, debido a la pandemia por Covid-19, el ya famoso evento no ha podido organizarse, pero la floración sigue su curso, del mismo modo que avanza la vida, sin descanso, a pesar de estos tiempos de crisis.

Esta singular experiencia sensorial es un plan ideal para hacer en familia, en pareja o con amigos, y sobre todo para contemplar con asombro y encanto, como telón de fondo, la entrada y salida del sol sobre las flores. Si es entre semana, podrás vivir el espectáculo con la paz que conlleva la ausencia de visitas.

Los campos violetas de la Alcarria | BEATRIZ TABARÉS

Los campos de lavanda de Brihuega se han consolidado, por su propia naturaleza, como un paraíso ecológico alcarreño digno de postal. Un lugar que, más allá de merecer ser fotografiado, nos invita a dejar volar nuestros sentidos, a cerrar los ojos para volver a empezar.

Y qué mejor sitio que hacerlo aquí, donde el violeta tiñe la Alcarria. 

Donde sea, pero en la mejor compañía | BEATRIZ TABARÉS