La selva del Amazonas arde sin control

La selva del Amazonas, que crea el 20% del oxígeno de la Tierra, está en estado de emergencia. En lo que va de año se han producido más de 40.000 incendios en la Amazonía brasileña, más de la mitad de los que ha habido en todo el país, que superan los 72.000 hasta el presente mes de agosto. 

El Amazonas arde desde hace más de dos semanas y la cobertura mediática de lo ocurrido ha sido prácticamente nula. Esta selva tan trascendente para el planeta ya se estaba viendo amenazada por la tala de árboles de los últimos años, a un ritmo desaforado, pero ahora es el fuego el que la está destruyendo. 

El Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil confirma que los incendios se han incrementado más del 80% en 2019, si lo comparamos con el mismo periodo del año pasado. 68 reservas protegidas se han visto afectadas.

Estos datos publicados en el informe no han gustado al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que el 2 de agosto despidió al director del INPE, Ricardo Galvao, tras la publicación del mismo. Le acusa de fabricar los datos a base de mentiras.

Muchos consideran que el presidente brasileño es el culpable de esta crítica situación, entre ellos, los activistas medioambientales, quienes le acusan de haber rebajado los controles en la Amazonia desde su llegada al gobierno. Una situación aprovechada, entre otras, por la industria maderera.

El "apocalipsis" en Sao Paulo

Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, también se ve afectada por el humo procedente de los múltiples incendios. Este lunes, alrededor de las tres de la tarde, cayó la noche sobre la ciudad. Una hora totalmente inusual para esta oscuridad.

Este extraño fenómeno surgió por la llegada de una fuerte nebulosidad y por los incendios forestales de la Amazonia que se están produciendo a miles de kilómetros de la zona.

Anochecer de Sao Paulo a las 15 horas | ABC

El pulmón de la Tierra

El Amazonas cuenta con una superficie 10 veces mayor que la de España y supone casi la mitad de Estados Unidos. Sus árboles producen un 20% de la cantidad de oxígeno que hay en la atmósfera de la Tierra, por lo que son vitales para frenar el cambio climático y las consecuencias del calentamiento global.

Brasil ha decretado estado de emergencia por los incendios forestales en la selva amazónica, después de más de dieciséis días bajo las llamas. Por su parte, la ONG Pesquisa Ambiental de la Amazonía afirma que el aumento de los incendios se debe a la deforestación promovida por hacendados, agricultores y criadores de ganado. 

De hecho, el impulso a la tala de árboles en el pulmón verde ha provocado que países como Noruega y Alemania cancelen partidas presupuestarias de más de 60 millones de euros destinadas al Fondo Amazonía, dedicado a la protección ambiental en Brasil.